CALIDAD
“Ahora puede decorar con una pieza de museo”
La calidad de Ánforas de Mar estriba en la realidad de su propia apariencia
En Ánforas de Mar hemos conseguido replicar las ánforas antiguas en barro natural, hechas a mano por maestros artesanos y cocidas en hornos de leña, imitando a la perfección sus tipologías, formas y tamaños. Estas piezas, usadas hace más de 3.000 años en la vida cotidiana de los pueblos, llegaban cargadas de enseres a los puertos, siendo la riqueza y la pervivencia de los mismos.
Ahora, gracias a las innovaciones aplicadas por Ánforas de Mar en el proceso de obtención de cada pieza, cualquier coleccionista, arqueólogo, historiador o amante del mar, puede obtener una auténtica pieza de museo en casa o incluso regalar un trocito de auténtica historia. Contamos con diferentes premios (premio nacional de artesanía, de innovación y tecnología, etc.) y algunos certificados, como el de Producto Artesanal del Parque Natural de Andalucía por Andanatura.
Nosotros le ofrecemos una despensa de miles de ánforas cultivadas entre las que elegir. Contamos con diferentes tonos, rosáceos, cobrizos, blancos y grises, que son los distintos ecosistemas de flora y fauna que se han adherido a cada una de ellas al antojo de la naturaleza. Estos ecosistemas están formados por ostras, esponjas, erizos diminutos, anélidos poliquetos, etc.
El control y la mejora continua de las actividades que desarrollamos en Ánforas de Mar, nos permite cumplir con las expectativas de nuestros clientes en cuanto al producto y al trato personal que le conferimos, siempre pensando en llegar a colmar sus gustos, preferencias y necesidades, inherentes a la naturaleza de nuestra empresa y a las cualidades del producto, ofreciéndoles un alto grado de recursos para cumplir con los requisitos y expectativas más elevadas.
Certificado de Calidad De Andanatura
La marca “Parque Natural de Andalucía” es un distintivo de calidad promovido por la Consejería competente en materia de medio ambiente de la Junta de Andalucía que ofrece al empresariado una puerta abierta a nuevos canales de promoción, difusión, comercialización y venta de determinados productos o servicios de los parques naturales andaluces. Con este distintivo las empresas se benefician de la valorización del territorio y pueden ofrecer al visitante unos productos y servicios asociados a los valores ambientales del Parque y diferenciados del resto por lo natural, artesanal y auténtico.
“La pieza que usted lleva es ilegal. Su comercio está totalmente prohibido y no puede usted introducirla en los Estados Unidos” ¡Siga leyendo!
Inaudito, Ánforas de Mar tiene que aportar un certificado de “falsedad” a cada una de sus piezas después de lo que quedó en una “anécdota”
Un empresario amigo nuestro, intercambiando experiencias y anécdotas, nos sorprendió con el relato de que en una ocasión, en una feria de reproducciones y artesanía, había expuesto una colección de conchas. Alguna de ellas portaba su certificado de CITES(*) correspondiente. Había traído unos caballitos de mar de resina, encargados a una fábrica para su venta, imitando a los originales (ni siquiera eran de materia natural). La policía, en su afán de cumplir con la ley, al verlos, le pidió sin titubear el certificado con la autorización para poder venderlos. En vano fueron todas las explicaciones que nuestro colega pudo dar en cuanto a su falsedad. Rápidamente procedieron a su expropiación, con la consecuente multa y citación para presentarse en la comisaría de policía al día siguiente. Todo se solucionó, nos contaba nuestro amigo, al presentar la factura y tras consensuar la información con la fábrica en cuestión.
Ánforas de Mar ha vivido varias anécdotas de ese tipo con mayor o menor solución. Uno de los casos fue el de un turista americano que, al principio de nuestra actividad, compró un ánfora en su visita a nuestro pueblo, Carboneras (Almería). Alucinando con la idea de poder adquirir un ánfora que parecía antigua y siendo fan de estas piezas, compró su ánfora. Para que no le ocupara espacio en la maleta, tras la vuelta en avión, decidió quitarle la cajita de cartón que simula un cofre antiguo (donde llevaba el justificante de pago) y quedarse sólo con el saquito de tela arpillera que protegía el ánfora. Metió el ánfora en la maleta y cuando llegó a los agentes de seguridad del aeropuerto J.F.K. de Nueva York y la pasó por el escáner, le inquirieron sin andarse con rodeos.
Nuestro cliente se explicó y les aseguró que estaban cometiendo un error, que la pieza había sido fabricada en el sur de España, que había sido cultivada bajo el mar… y bla, bla, bla. Antes de su detención, y ya que la cosa estaba pintando mal, decidió coger su preciado tesoro y romper contra el suelo una de sus asas para que los agentes pudieran comprobar que aunque su aspecto exterior fuera tan auténtico y real, el interior de la pieza era de barro nuevo, tratándose realmente de una reproducción hecha por maestros artesanos, igual que antaño, y sometida a un procedimiento natural acelerado bajo el mar durante 3-5 años de cultivo. Sabemos que no debió ser nada fácil explicar esto a los agentes y hacerles creer que previamente esta pieza había pasado por un proceso sin precedentes y en unas condiciones muy especiales, y que nunca había sido usada para transportar aceite o vino ni ningún otro alimento, con el añadido de los nervios que no ayudan, cuando te detienen y te acusan de un delito.
A partir de ésta y alguna otra experiencia que han sufrido nuestros clientes, a los cuales han increpado al visitar sus establecimientos miembros del Seprona, Guardia Civil, etc. solicitando los documentos acreditativos de estas piezas, buscamos una solución y procedimos a incorporar en la asas de nuestras ánforas una placa de acero inoxidable, grabada con rayo láser, donde se especifica el origen de la reproducción, el siglo a que pertenecía, qué transportaba y dónde se encontró; en otra de sus asas, sujeto con un lazo, un certificado de “falsedad” que acredita que es una reproducción hecha a mano por maestros artesanos y que su aspecto final dependerá de las condiciones marinas.
(*) Documento que autoriza el comercio de exportación e importación de productos provenientes de especímenes animales o plantas protegidos.