ELABORAMOS TESOROS SUBMARINOS Y LOS RESCATAMOS PARA TI…
¿QUÉ ES UN ÁNFORA?
El ánfora es el recipiente más antiguo del mundo: cántaro de dos asas, con un cuello mucho más estrecho que el cuerpo y base terminada en pico. Su coste permitía una fabricación masiva y diversas formas de reutilización o simplemente su desecho una vez vacías.
El mar Mediterráneo sufrió un expolio constante a lo largo de su historia en el cual perdimos, además de tesoros submarinos, la información de los logros y pesares que hubieran aportado a la historia del “Mare Nostrum”. Ánforas de Mar ofrece la alternativa de adquirir la reproducción de un ánfora cultivada bajo el mar sin infringir la ley, pudiendo recrear la historia al admirarlas y dejando volar tu imaginación “allende los mares”.
HISTÓRICO
Para conocer toda la información que había en torno a la historia de las ánforas nos “sumergimos” en su mundo: tipología, formas, usos… Nos documentamos exhaustivamente en un arduo peregrinar por museos, centros de interpretación submarina, bibliotecas náuticas e informes con magníficos dibujos muy bien ilustrados, etc. Así iniciamos nuestra andadura…
HECHO A MANO
Buscamos a los mejores maestros alfareros, cuyas manos fueran capaces de reproducir a la perfección ánforas del Mediterráneo, simular distintos barros (como el refractario, el volcánico, etc.) e incluso crear piezas exclusivas diseñadas por nosotros o por nuestros clientes, quienes podrían elegir desde los tratamientos del barro hasta las formas y tamaños (anfóricas, vasijas, vasos, jarras, candeleros, etc.), solicitar piezas por encargo e incluso personalizarlas con su nombre, iniciales, sello, etc.
INMERSIÓN
Buscamos a los mejores maestros alfareros, cuyas manos fueran capaces de reproducir a la perfección ánforas del Mediterráneo, simular distintos barros (como el refractario, el volcánico, etc.) e incluso crear piezas exclusivas diseñadas por nosotros o por nuestros clientes, quienes podrían elegir desde los tratamientos del barro hasta las formas y tamaños (anfóricas, vasijas, vasos, jarras, candeleros, etc.), solicitar piezas por encargo e incluso personalizarlas con su nombre, iniciales, sello, etc.
CULTIVO
Cualquier cultivo requiere de un proceso de siembra. Lo mismo pasaba con nuestras piezas, para obtener el fruto habría que captar el rechazo de materia orgánica que deambulaba en la dársena (las semillas) para que durante el periodo de inmersión, anidara sobre las piezas y creciese sobre ellas (siembra), formándose los diferentes ecosistemas (el fruto) hasta su completa fosilización. Dando como resultado ánforas cultivadas “bajo el mar” (la cosecha).
PROCEDIMIENTO
Nos faltaba una parte importante: el circuito natural al que se someten las piezas. Nuestro equipo de buceadores profesionales se encargaría de rotar periódicamente las piezas, pues la fuerza con la que se mueve el agua en la dársena, provoca que se giren y adopten posiciones estáticas que no favorecen su homogeneidad. Se realizaría durante las épocas estivales, sobre todo en primavera, cuando más varía la flora y fauna marina que se adhiere a nuestras piezas (coralina, anélidos poliquetos, ostras, esponjas, etc).
LIMPIEZA Y SECADO
Transcurrido el periodo necesario para su envejecimiento, se realizaría la extracción individual de cada pieza y una limpieza exhaustiva para eliminar toda la materia que no esté fosilizada (además del fango, arena, etc. que pueda llevar la pieza). Posteriormente se procedería a la exposición y secado de las piezas al aire libre, durante un tiempo determinado.
CALIDAD
Nuestro afán era aportar a los clientes la máxima garantía, siendo muy rigurosos para conseguir unas condiciones óptimas del producto: desde la materia prima, pasando por la manufacturación y culminando con el mejor embalaje del mercado. Como en todas las empresas de investigación y desarrollo (I+D), surgieron problemas que se fueron subsanando: algunos barros no habían alcanzado la temperatura adecuada en el horno y perdían parte de la capa exterior con la pátina del mar, otras se rajaban al someterlas a una presión distinta, etc.
CERTIFICACIÓN
Decidimos que todas nuestras piezas portarían en su asa una placa de acero inoxidable identificativa, grabada con rayo láser con su origen y tipología y un pergamino acreditando que es una reproducción sometida a un proceso acelerado de envejecimiento bajo el mar, donde su aspecto final depende de las condiciones marinas, lo que las convierte en piezas únicas e inigualables, ya que se podrían llegar a confundir con piezas realmente antiguas. Podríamos decir que “nuestras piezas son auténticas, pero no antiguas”.